La Educación Primaria marca el inicio de la escolarización obligatoria y establece las bases de todo el aprendizaje posterior. Por tanto, estamos obligados a proveer a los alumnos de una formación sólida que les capacite para aplicar de forma integrada los conocimientos adquiridos y para afrontar con éxito la siguiente etapa de Educación Secundaria Obligatoria. El enfoque competencial de los aprendizajes, el estímulo de la curiosidad, la cultura del esfuerzo y la atención a la diversidad y, por tanto, a la individualidad del alumnado, son principios que orientan nuestro trabajo a lo largo de todos los cursos.
La finalidad de esta etapa es facilitar a los alumnos y alumnas los aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, el cálculo, la adquisición de nociones básicas de la cultura y el hábito de convivencia, así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad, con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas y de prepararlos para cursar con aprovechamiento la siguiente etapa obligatoria.
Por ello, nuestra práctica docente se basa en el principio de coordinación entre el profesorado de nuestro centro que imparte las distintas enseñanzas de las etapas de Educación Infantil y de Educación Secundaria, con el fin de adaptarnos al progreso educativo y académico del alumnado.